El lenguaje corporal está presente desde la cabeza hasta los pies, y en una entrevista de trabajo tus gestos pueden definir la continuidad del examen o el desinterés de tu entrevistador si acaso no son adecuados o acordes para el perfil laboral que está buscando.
Por eso es importante que tengas especial conciencia de tus gestos y movimientos, además de las palabras que pronunciarás para describir tu experiencia y formación. Será el conjunto de lo que expreses lo que sea evaluado por tu interlocutor.
Postura:
Si estás sentado o de pie, la postura es capaz de proyectar un nivel de confianza y compromiso en la conversación. Cuando uno se desploma, implica la falta de confianza e interés. Sentado tieso como una piedra implica el nerviosismo y es capaz de crear una situación incómoda para la construcción de relaciones. Sentado en la punta de la silla implica que no quieres estar allí. Recostado en la silla con el tobillo en la parte superior de la otra rodilla se podría ver como poco profesional y muy relajado. En general, cruzar los brazos y las piernas puede ser interpretado como la construcción de una barrera.
Para proyectar el profesionalismo, la confianza y el compromiso, considera sentarte en la silla con la espalda tocando o cerca de la parte posterior mientras te inclinas 10 grados hacia adelante. Mantén las manos relajadas en tu regazo y los pies a tierra en el suelo. Al estar de pie, evita cruzar los brazos o colocarlos en los bolsillos. El objetivo es proyectar una postura equilibrada, que no sea demasiado blanda ni dura.
Contacto con los ojos:
El contacto visual permite al entrevistador conectar más allá de las meras palabras. Sin embargo, hay un delicado equilibrio entre un buen contacto visual y cuando éste se convierte en una mirada extraña o que puede hacer que la otra persona se sienta incómoda. Cuando miras fijamente sin pausas en el medio, una conversación casual puede devenir en una conferencia.
Ya sea que estés escuchando o hablando, mantener el contacto visual con tu entrevistador durante un par de segundos a la vez (no más de 7 a 10 segundos) y luego apartar la mirada antes de volver con los ojos de nuevo. Si estás buscando tomar notas, busca la mirada de vez en cuando, especialmente cuando aparece un punto especial o cuando se hace una pregunta.
Voz:
Velocidad, tono y timbre combinados presentan una impresión. Hablar demasiado rápido puede ser difícil de entender y aparece como nerviosismo. Cuando tu tono se vuelve disculpa o defensa de proyectos, puedes parecer inseguro. Cuando no haces los cambios entre el tono y el timbre, puedes sonar monótono, por lo que es más difícil cautivar al interlocutor.
Aprende a tomar el control de tu voz:
Si estás nervioso, toma un respiro para relajar antes de hablar. Sé consciente de tu tono y timbre para ofrecer la variación y para enfatizar ciertos puntos.
Movimiento de cabeza:
Algunas personas tienen una tendencia a mover la cabeza como un gesto de acuerdo, pero cuando asienten en exceso durante una conversación, se convierte en una distracción y puede ser interpretado como si estuvieras de acuerdo en todo por la necesidad de querer complacer, y esto puede hacerte perder credibilidad.
Extremidades:
Hay gente que hace ciertas cosas por costumbre, como retorcer el pelo, jugar con una pluma en la mano, mecerse en una silla o sacudir o golpear sus pies. Muchas de estas acciones se producen inconscientemente pero, sin embargo, son distracciones para la persona que está hablando y pueden ser percibidas como una señal de que estás aburrido. Algunas personas también se tocan la nariz o la cara con frecuencia cuando están nerviosas. Un entrevistador puede percibirlo como una señal de que no están siendo totalmente honestas.
La gestión de RRHH es el conjunto de actividades que ponen en funcionamiento, desarrollan y movilizan a las personas que una organización necesita para cumplir sus objetivos. Para ello es esencial cuidar las relaciones humanas.
Lo importante es el logro de las espectativas de negocio...
LO IMPORTANTE ES EL LOGRO DE LAS ESPECTATIVAS DE SU NEGOCIO... Se trata de que su Empresa implemente herramientas de gestión que son efectivas en su desarrollo e implementación y aplicables a cualquier tipo de organización, con independencia del sector de actividad, y volumen de trabajadores.