Lo importante es el logro de las espectativas de negocio...


LO IMPORTANTE ES EL LOGRO DE LAS ESPECTATIVAS DE SU NEGOCIO... Se trata de que su Empresa implemente herramientas de gestión que son efectivas en su desarrollo e implementación y aplicables a cualquier tipo de organización, con independencia del sector de actividad, y volumen de trabajadores.

miércoles, 13 de abril de 2011

Estrategias para un buen desempeño

En un principio, el empleo fue definido como el conocimiento aplicable y necesario por parte del trabajador para desempeñar un conjunto de tareas. Esta definición es, y era, sin duda, un concepto sustancialmente individualista. Era un concepto en donde el trabajador se reflejaba con sus tareas, convirtiendo al hombre y su tarea en una suerte de célula que respondía a la idea de "yo y mi conocimiento somos el puesto".

El empleo estaba condicionado sólo a la acción ejercida sobre las tareas. Esta perspectiva lamentablemente aún tiene vigencia. No ha sufrido variaciones desde hace más de cien años. Especialmente, en América latina y en algunos países de Asia.

La otra concepción de empleo no está en relación directa con el conocimiento aplicado a la tarea, sino a la capacidad que tiene el trabajador de aplicar múltiples perspectivas de aprendizaje para mejorar su desempeño, determinado éste, por sus logros.

En otras palabras, predispone al trabajador a pensar orientado en términos de alcance y mejora de resultados. Pensar en resultados es pensar en efectividad. Pensar en tareas es pensar en eficiencia. Y no existe prueba alguna que asegure que hacer correctamente algo nos lleve inexorablemente a alcanzar y mejorar resultados.

La empleabilidad es el verdadero sentido del aporte del trabajador. Es la empleabilidad, la que busca responder al menos a estas cinco preguntas:

¿Qué resultados espera mi jefe de mi trabajo?,
¿Qué resultados esperan mis colegas de mi trabajo?
¿En qué puedo facilitar a mis dependientes para que hagan su trabajo?
¿Mis resultados se alinean con los objetivos de la organización?
¿Qué aprendí que me hizo diferente y qué hizo diferente a mis resultados? Por lo tanto, la empleabilidad y no el empleo, es la condición que permite a un trabajador, además de ser requerido, decidir dónde seguir cultivando sus conocimientos, habilidades y desempeño.
Los consejos que podemos dar al trabajador para cuidar su empleo son:

Comprender cuál es el rol que cada uno de nosotros tiene dentro de la organización, aunque a veces sea complejo definirlo.
Preguntarse cuáles son sus puntos fuertes. Esto induce a pensar, en dónde y cómo puede aportar a su trabajo y a los demás. Ayuda a comprender sus límites y a focalizarse en potenciar sus talentos y no esforzarse por hacer más mediocres sus debilidades.
Preguntarse cómo puede resolver problemas y conflictos. ¿Cómo puedo resolver aquellos obstáculos y limitaciones que me impiden alcanzar el resultado buscado? No siempre se obtienen todas las respuestas, pero al menos no se pierde de vista el objetivo y esa tensión creativa que la une a él. No existe posibilidad de resolución sin un pensamiento reflexivo constante.
Pensar en términos de acciones y no de recursos. La mayoría de la gente, casi como un defecto arraigado, para poder enfrentar un desafío concentra su pensamiento primero en definir qué recursos estiman necesarios y a partir de allí, alinean sus acciones. Es decir, subordinan sus acciones y creatividad al uso convencional de los recursos. ¿Qué ocurre entonces? La capacidad de alternativas se disminuye y las resistencias aumentan.
Un viejo proverbio chino lo exalta muy bien: "Quien quiere hacer algo, encuentra un medio. Quien quiere hacer nada, una excusa".

Otra pregunta importante es: ¿cuál es mi mejor estilo de aprendizaje? ¿Cómo aprendo mejor? ¿Leyendo, haciendo, escuchando, observando? Una ventaja enorme en un mundo de cambios es saber cómo aprender y saber cómo aprender más rápido.
Finalmente, pero no menos importante: no perder la curiosidad. La curiosidad implica búsqueda de nuevos horizontes, cuestionamientos de los actuales. La curiosidad eleva, dignifica la reflexión, nos hace enfrentar nuestros propios miedos y sólo enfrentándolos, es posible avanzar. La curiosidad genera preguntas, las preguntas respuestas y las respuestas dudas. Y esas dudas buscan nuevas preguntas, que las hagan indefensas. La curiosidad es entonces un proceso continuo de experimentación y aprendizaje.